¿Cómo el Jefe Diego me hizo recordar la importancia Navidad?



Hoy es el primer domingo de Adviento. No lo olviden.

El viernes pasado se difundió como noticia un video donde una persona se acercó a la mesa de un grupo de políticos para espetarlos  elegantemente en un supuesto restaurante muy exclusivo. 



En el grupo de políticos se encontraba el panista Diego Fernández de Cevallos, de probada prepotencia y Carlos Romero Deschamps el insigne líder sindical de Pemex y Senador Plurinominal del PRI. Ambas personas protagonizan  el arquetipo del político mexicano, poderoso e intocable. De los otros dos personajes ni hablar.

En el video se escucha que la persona que grabó el video pregunta: “¿Comieron bien señores?” A lo que Diego Fernández responde: “Muy bien, muy bien”. El hombre vuelve a la carga: “50 millones de mexicanos no, fíjese.” Ante la situación, Diego Fernández responde, en su característica altanería: “Así es esto. ¿Usted está entre los 50 de allá o de acá?” Al final del video, el hombre sentencia: “Qué bonita vida, a ver el karma cómo le va”.

Cuando vi el video no pude dejar de pensar en las palabras de Diego Fernández: “Así es esto”. Esa frase me taladraba la cabeza. “Así es esto”. ¿Así es? La realidad dice que sí, que así es esto. Pero ¿Así debería de ser? No tengo dudas cuando me respondo que no. Así no debería ser esto.
¿Qué tiene qué ver este incidente con el Adviento?
Todo. No hay mejor marco en la experiencia cristiana para preguntarnos sobre la relación que hay entre los poderosos que oprimen y abusan de los vulnerables y la acción de Dios en la historia. Quienes no saben, el Adviento es:
“El término "Adviento" viene del latín adventus, que significa venida, llegada. El color usado en la liturgia de la Iglesia durante este tiempo es el morado. Con el Adviento comienza un nuevo año litúrgico en la Iglesia.
El sentido del Adviento es avivar en los creyentes la espera del Señor.”
Hoy que iniciamos el Adviento recuerdo las palabras de aquella adolescente palestina llamada María (Lucas 1):
50 Dios tiene siempre misericordia
de quienes lo reverencian.
51 Actuó con todo su poder:
deshizo los planes de los orgullosos,
52 derribó a los reyes de sus tronos
y puso en alto a los humildes.
53 Llenó de bienes a los hambrientos
y despidió a los ricos con las manos vacías.

O las palabras del carpintero y maestro ambulante, Jesús de Nazareth (Luas6):
¡Ay de ustedes los que ahora están saciados,
    porque sabrán lo que es pasar hambre!
¡Ay de ustedes los que ahora ríen,
    porque sabrán lo que es derramar lágrimas!

La persona que increpó al grupo de políticos y grabó el video sostiene como esperanza el karma: “Qué bonita vida, a ver el karma cómo le va”. Yo, que soy cristiano, no tengo fe suficiente para creer en el karma. Pero sí creo que sólo porque Dios se encarnó y nació en un pesebre de Belén, es que las cosas no serán así para siempre. La encarnación y la Navidad son buenas noticias para nosotros y pueden ser malas para quienes ostentan el poder para beneficio propio. Dios actúa. El Dios de la revelación Bíblica es el Dios que desea la justicia y la libertad. Y aunque la encarnación lleva a la crucifixión, las acciones de los poderes políticos o religiosos de este mundo no tienen la última palabra. Porque a la crucifixión le sigue la resurrección.


El llamado Jefe Diego y su más reciente frase para el bronce: “Así es estos”. Me recuerda precisamente que así no será para siempre. La Navidad no es propiedad de determinado  proyecto político pero es innegable que la Navidad tiene implicaciones políticas radicales: la subversión del poder y la radical igualdad entre los seres humanos. Porque Jesús es el Señor. 

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